Nuestra salud espiritual y nuestro bienestar.

Indudablemente existe una relación entre cuidar de nuestra salud espiritual y cómo eso afecta positivamente nuestra salud física y mental. Y aunque a veces no lo veamos claro, estas dos áreas están profundamente conectadas.

Sabías que cuando cuidamos nuestra salud espiritual, no solo nos sentimos más conectadas con nosotras mismas, sino que también podemos reducir el estrés, mejorar nuestra concentración, e incluso fortalecer nuestro sistema inmunológico. La salud espiritual tiene que ver con nuestra relación con Dios y como desde ella podemos conectarnos con nuestro propósito de vida, nuestras relaciones, y experimentar una paz interior.

Ahora bien, quisiera contarte porque fomentar nuestra salud espiritual es importante, y compartir algunos artículos, pero también mostrarte como Dios nos ha revelado esto en su Palabra, pensando en el versículo “estén siempre alegres, oren sin cesar, den gracias a Dios en toda situación, porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús.” (1 Tesalonicenses 5:16-18)

1. Mantener la actitud alegre. 

La Primera Carta a los Tesalonicenses fue escrita por el apóstol Pablo y es una de las cartas más antiguas del Nuevo Testamento. Pablo la dirige a la iglesia en Tesalónica, una comunidad joven en la fe que enfrentaba persecución y dificultades. En los capítulos finales de la carta, Pablo da exhortaciones prácticas sobre cómo vivir la vida cristiana en espera del regreso de Cristo. Pablo al hablar de “Estén siempre alegres” insta a que el gozo cristiano no depende de las circunstancias, sino de la relación con Cristo. Es un fruto de la Relación con Dios y refleja la seguridad de la salvación y nuestra confianza en Él. No significa ignorar el sufrimiento, sino tener una paz profunda en medio de cualquier situación (Filipenses 4:4).

La espiritualidad se asocia con emociones positivas como la gratitud, el amor, la compasión y la alegría. Estas emociones son fundamentales para la experiencia espiritual y contribuyen al bienestar general (Ko, Choi y Kim, 2017). Por su parte, La alegría, en particular, se considera una virtud y un hábito psicológico que promueve el florecimiento humano y social (King y Defoy, 2020).

2. Oración, reflexión, devocional, rezar

Si eres de las que disfruta este tiempo, sabes que este acto tiene un gran poder en nuestro bienestar. Volviendo al contexto anterior “oren sin cesar” (1 Tesalonicenses 5:16-18), Pablo le mostraba a la iglesia que no se trataba de estar todo el tiempo de rodillas, sino de mantener una actitud constante de comunión con Dios. La oración es esencial para depender de Dios y buscar su voluntad en todo momento (Efesios 6:18).

La oración puede ser una herramienta para encontrar propósito y significado en nuestras vidas, y esto se refleja en nuestra salud mental. Porque fomenta el sentido de la vida y el crecimiento espiritual en las personas que experimentan factores estresantes importantes (Miller, Gall y Corbeil, 2011).

3. Practicar la gratitud:

¿Alguna vez has tomado un momento durante el día para pensar en las cosas por las que estás agradecida? La gratitud no solo nos hace sentir bien emocionalmente, sino que también tiene beneficios físicos. Según un artículo practicar la gratitud regularmente reduce los niveles de cortisol, la hormona del estrés, y promueve un mejor sueño y mayor energía. (Mills, Redwine, Wilson et al., 2015).

"Den gracias a Dios en toda situación" (1 Tesalonicenses 5:16-18) muestra que la gratitud es una expresión de fe y confianza en que Dios tiene el control. No significa dar gracias por el mal, sino reconocer que Dios puede usar cualquier circunstancia para el bien de los que le aman (Romanos 8:28).

Quiero terminar este blog con la última parte de este pasaje “Porque esta es su voluntad para ustedes en Cristo Jesús".

La voluntad de Dios es que nosotras vivamos con gozo, oración y gratitud como un reflejo de su relación con Él. No es una carga, sino un estilo de vida que fluye de Él en nosotras. Por eso el cuidado de esta área no solo es algo que se hace una vez al mes, sino que es un compromiso diario. 

Referencias: 

King, P., y Defoy, F. (2020). Joy as a Virtue: The Means and Ends of Joy. Journal of Psychology and Theology, 48, 308 - 331. https://doi.org/10.1177/0091647120907994

Ko, I., Choi, S., y Kim, J. (2017). [Evolutionary Concept Analysis of Spirituality].. Journal of Korean Academy of Nursing, 47 2, 242-256 . https://doi.org/10.4040/jkan.2017.47.2.242.

Miller, L., Gall, T., y Corbeil, L. (2011). The Experience of Prayer With a Sacred Object Within the Context of Significant Life Stress. Journal of Spirituality in Mental Health, 13, 247 - 271. https://doi.org/10.1080/19349637.2011.616101.

Mills, P., Redwine, L., Wilson, K., Pung, M., Chinh, K., Greenberg, B., Lunde, O., Maisel, A., Raisinghani, A., Wood, A., y Chopra, D. (2015). The Role of Gratitude in Spiritual Well-being in Asymptomatic Heart Failure Patients.. Spirituality in clinical practice, 2 1, 5-17 . https://doi.org/10.1037/SCP0000050.

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““Sobre todas las cosas cuida tu corazón, porque este determina el rumbo de tu vida”. Prov 4:23 RV-60

Irly Solera

ASOCIADA SENIOR DEL,EQUIPO DE PSICOLOGA REAL ENFERMERA ESPECIALISTA EN SALUD MENTAL. 10 años de experiencia en el acompañamiento individual y grupal con planes de cuidado basados en necesidades específicas, además, de desarrollo de investigaciones en salud y docencia.

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