Reflexión y Cierre del Año desde el Enfoque Psicopedagógico
El fin de año representa una oportunidad valiosa para pausar nuestro ritmo cotidiano y realizar una mirada profunda hacia atrás. Es el momento ideal para valorar lo aprendido, las experiencias vividas y el crecimiento personal que hemos experimentado a lo largo del ciclo. Desde la psicopedagogía, este proceso de reflexión no solo contempla los aprendizajes académicos o cognitivos, sino también los aspectos emocionales y sociales que configuran nuestra identidad y bienestar integral.
Este cierre de año invita a integrar las distintas áreas del desarrollo humano: reconocer emociones, entender cómo afrontamos retos, identificar nuestras fortalezas y áreas de mejora, y fortalecer la motivación para el próximo ciclo. Así, fomentamos una visión más consciente y equilibrada de nosotros mismos, que alimenta la autoestima, la resiliencia y el deseo de seguir aprendiendo y creciendo.
Al realizar esta reflexión, fortalecemos la capacidad de autoevaluación y autocuidado, elementos fundamentales para un aprendizaje significativo y una vida saludable. Es también un espacio para agradecer y reconocer a quienes nos acompañaron, y para proyectar con esperanza y compromiso los objetivos que queremos alcanzar.
Les invito hacer este ejercicio desde el ámbito educativo y personal:
Mi año en imágenes y palabras (10-15 minutos)
Dibuja o escribe palabras que representen:
Tres momentos importantes que viviste en la escuela (clases, amigos, proyectos, retos).
Tres momentos importantes en tu vida personal (familia, hobbies, emociones, eventos).
Responde estas preguntas en tu cuaderno o en una hoja:
¿Qué cosas nuevas aprendí este año en la escuela?
¿Qué habilidades o cualidades personales descubrí o fortalecí?
¿Qué desafío superé y cómo lo hice?
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Versículo Lema: Y el Dios de esperanza os llene de todo gozo y paz en el creer, para que abundéis en esperanza por el poder del Espíritu Santo. Rom 15:13 RV-60